domingo, 26 de diciembre de 2010

Llegó el Salvador, vamos a su encuentro

Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»

Ahora que ya sabes que ha nacido el Salvador, ve a su encuentro cada día. Búscalo en la Eucaristía, en el hermano, en la familia. Anuncia su llegada a los hombres, a tus amigos y enemigos. Se estrella para los hombres que aún no conocen a Cristo; se como los pastores que van a su encuentro con temor, asombro y humildad.

Vive la Navidad todos los días, pues tu Encuentro con el Señor debe ser así: asombroso y cotidiano.

Feliz navidad.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Adviento 4: Jesús nacerá en aquellos que están en gracia


La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.

Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.

martes, 14 de diciembre de 2010

Adviento 3: La alegría que viene de Cristo

En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.

Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!

domingo, 5 de diciembre de 2010

Adviento 2: Prepara tu corazón

Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. Esta semana ponte un compromiso para cumplir en Adviento. Prepara tu corazón para el nacimiento del Salvador.

Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!